Buena parte de nuestra historia y sobre todo de la que sucedió antes de que los primeros humanos pisaran la Tierra (al menos como hoy los conocemos), está escrita gracias a la investigacion cientidfica, pero esta, ciertamente tiene sus limitantes pues aunque ha dedicado todos sus esfuerzos a hacerlo, la labor de explicar millones de años basándose sólo en algunos vestigios, restos y pistas, no es tarea fácil.
Por eso es relativamente común que se encuentren restos óseos, fósiles u objetos que pueden ubicarse antes en la línea del tiempo que los que ya conocíamos y creíamos insuperables, aunque esto no debe quitar importancia a ninguno de los hallazgos. La muestra de esto la tiene la huella humana más antigua de América.
La marca fue hallada en Chile y se calcula que tiene una antigüedad aproximada de 15 mil 600 años, lo que podría llevar a la comunidad científica a replantearse muchas teorías que hasta ahora se daban por ciertas, principalmente aquella que habla de cómo llegaron los seres humanos a América del Sur pues el estudio publicado en la revista PLOS One realizado por la paleontóloga Karen Moreno a la huella da nuevas pistas al respecto.
Aunque la huella fosilizada fue encontrada en 2010, desde entonces la comunidad científica se ha abocado a descartar que pueda ser la impresión de la pata de algún animal pues entre ella y la más siguiente huella más antigua de un humano, hay mil años de diferencia. Sin embargo, ahora no hay duda de que perteneció a un humano adulto de aproximadamente 70 kilos de peso que ha sido ubicado como Hominipes modernus, una categoría utilizada para nombrar a los humanos modernos o especies muy cercanas a él.
La huella fue encontrada en Osorno, Chile, una zona en donde se han encontrado huesos de mastodontes, caballo y elefantes promitivos que podrían haber muerto cazados, lo que se sospecha porque en la misma zona se encontraron escamas de piedra que pudieron ser parte de armas o herramientas de la época.